El asesor de paz departamental, Javier Esneider Triana, reiteró nuevamente el llamado al Gobierno Nacional, ante la difícil situación de orden público y violaciones a los derechos humanos a los que sigue sometida la población civil.
Hay que recordar que en un hecho reciente, fue asesinado el señor Albeiro Caicedo Barragán, presidente de la junta de acción comunal de la vereda alto Cavalalia del municipio de Tame; al parecer por algún grupo armado ilegal.
El funcionario lamentó que a pesar de los insistentes llamado por parte del gobierno departamental, las organizaciones sociales y diversos sectores de la región, aún no se le preste la atención pertinente de parte del gobierno nacional a lo que acontece en el territorio araucano.
“Es importante decir que la mesa de diálogos que en este momento está congelada con el ELN. Ese enfrentamiento entre los dos grupos que cada día se viene recrudeciendo más, además se vienen sumando más víctimas a este conflicto, más desplazamientos, más situación humanitaria, la administración departamental y los organismos de cooperación incluso ya no tienen la capacidad para atender lo que ha venido pasando, está desbordado como tal la situación”, expresó Triana.
Así mismo, el asesor de paz recordó que hace algunos días se hizo nuevamente un llamado urgente al Alto Comisionado para la Paz para que haga presencia en la región y pueda mediar ante la situación que sufre la población civil.
“No podemos seguir permitiendo que se sigan sumando víctimas y víctimas y que el gobierno nacional haga caso omiso a esta situación de Arauca, por eso la preocupación de nosotros como gobierno departamental. Mientras tanto, pues nosotros estamos llegando a hacer el acompañamiento a las comunidades con presencia institucional”, reiteró.
Por último, el asesor de paz reiteró el llamado a los grupos armados a dejar por fuera de este conflicto a la población civil, pues hay que recordar que hace algunos días, tanto de un grupo como del otro anunciaron acciones violentas contra diversos sectores de la población como líderes sociales, periodistas y políticos, lo que encendió las alarmas sobre el recrudecimiento del conflicto en la región araucana.