Con 76 votos a favor y 21 en contra, la plenaria de la Cámara de Representantes de Colombia aprobó una proposición que califica al denominado “Cartel de los Soles” como una organización narcoterrorista transnacional y financiadora del terrorismo. Esta decisión busca exhortar al Gobierno Nacional a adoptar la misma posición en el marco de su política exterior y de seguridad.
La decisión de la Cámara de Representantes se suma a la adoptada previamente por el Senado, que también reconoció al Cartel de los Soles como un actor criminal con influencia directa desde el régimen venezolano. La proposición lo señala como responsable del tráfico ilegal de drogas, armas y minerales que llegan a manos de grupos terroristas en la región.
El texto aprobado por la corporación subraya que la presencia del Cartel en la frontera colombo-venezolana afecta de manera constante a las comunidades locales, generando violencia, extorsión y desplazamiento.
Además, se advierte sobre una supuesta colaboración de grupos armados ilegales colombianos, lo que, según los congresistas firmantes, fortalece la capacidad de estas estructuras para reclutar menores, asesinar líderes sociales y controlar rutas estratégicas.
Entre los objetivos que se buscan con esta declaración están:
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Activar mecanismos de cooperación internacional para su persecución.
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Solicitar apoyo de aliados estratégicos como Estados Unidos e Israel.
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Reforzar la seguridad fronteriza con inteligencia, control migratorio y Fuerza Pública.
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Proteger los derechos fundamentales de la población afectada por el accionar de estos grupos.
A pesar de la proposición, el presidente Gustavo Petro ha reiterado que no existe evidencia judicial sobre la existencia del Cartel de los Soles. “En nuestras investigaciones judiciales sobre el narcotráfico no aparece un ‘Cartel de los Soles’”, expresó.En la misma línea, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, señaló que dicha organización no figura entre las amenazas priorizadas por el Estado. De acuerdo con el Gobierno, las amenazas criminales actuales se centran en organizaciones como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las FARC.
Por su parte, en Estados Unidos se mantiene acusaciones contra el gobierno venezolano, señalando al presidente Nicolás Maduro y al ministro de Defensa Vladimir Padrino como líderes del Cartel. Estas acusaciones han sido utilizadas como argumento para la presión internacional sobre Caracas.
