Voceros de los trabajadores independientes del gas en Arauca solicitaron a las autoridades locales apoyo para enfrentar la crisis laboral generada por la masificación del gas domiciliario.
En el municipio de Arauca, un grupo de trabajadores dedicados a la distribución de gas en bombonas manifestó su preocupación por la pérdida de sus ingresos, debido a la implementación del servicio de gas domiciliario. José Hernán Villarraga, vocero de los gaseros desempleados, señaló que su único objetivo es encontrar alternativas laborales viables a través de proyectos productivos o procesos de reconversión.
“No estamos en contra del gas domiciliario, reconocemos que representa un avance para el municipio y un beneficio social, pero ha afectado directamente nuestra fuente de sustento”, expresó Villarraga durante una mesa de trabajo convocada por autoridades locales y departamentales.
El vocero indicó que antes de la masificación del gas, distribuían cilindros en toda la capital del departamento. Sin embargo, actualmente solo pueden cubrir un 25% del mercado, lo que ha reducido significativamente sus ingresos. “El que más vende logra colocar entre cinco y siete bombonas al día, lo cual no alcanza para sostener una familia”, precisó.
Ante esta situación, muchos de los afectados se han visto obligados a recurrir a actividades informales como el mototaxismo o el reciclaje. “Algunos compañeros, especialmente los mayores o quienes no cuentan con estudios, han tenido que dedicarse a recoger cartón, chatarra o latas”, agregó Villarraga.
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Tame se prepara para su feria ganadera del 31 de octubre al 3 de noviembre ➜Durante la reunión, la administración departamental propuso opciones como la inclusión laboral de algunos afectados en otras actividades o su posible vinculación a la empresa prestadora del servicio de gas. No obstante, los trabajadores descartaron esta alternativa, al considerar que no existe garantía de estabilidad laboral. “Araucana de Gases no puede asegurarnos una permanencia en el empleo. Ya se discutió en mesas anteriores y no están obligados a contratarnos de forma permanente”, aclaró el vocero.
Frente a propuestas de capacitación o estudio, los trabajadores señalaron que, si bien es una opción válida, la mayoría no puede asumir ese compromiso debido a sus responsabilidades familiares. “Tenemos hijos y esposas que mantener, y pagos de arriendo. No podemos dejar de generar ingresos para estudiar”, concluyó Villarraga.
Los afectados reiteraron su disposición al diálogo y a buscar soluciones que les permitan seguir generando ingresos de manera autónoma, sin convertirse en una carga para el municipio o el departamento.

