Desde el pasado 20 de julio, se vienen presentando enfrentamientos entre las guerrillas del ELN y las disidencias de las Farc.
Monseñor Jaime Cristóbal Abril, Obispo de la Diócesis de Arauca, se pronunció ante los últimos hechos violentos registrados en la región araucana que ha ocasionado el desplazamiento y confinamiento de familias enteras en el municipio de Puerto Rondón, además de las retenciones y desapariciones de varias personas.
“Desde la Diócesis de Arauca seguimos con atención la realidad y constatamos que hechos como los asesinatos selectivos, las amenazas y extorsiones, los secuestros, retenciones y desapariciones, los confinamientos y restricción en la movilidad rural, el desplazamiento de personas y familias enteras y el reclutamiento en menores, el miedo y la zozobra en lugar de disminuir han creciendo en los últimos tiempos”, expresó Monseñor.
El Obispo de Arauca expresó su preocupación por las comunidades de los sectores rurales de los municipios de Puerto Rondón y Tame, que han quedado en medio de la confrontación, por lo que pidió a los actores armados y entidades correspondientes a que se encuentren “caminos de encuentro y diálogo” que lleven a la superación de este conflicto.
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“Queremos hacer un llamado urgente para que los que están generando estas situaciones dejen a la población civil fuera de todo conflicto y respeten el Derecho Internacional Humanitario y se permitan parar estas acciones y se busquen soluciones reales”, indicó.
A pesar del llamado a los funcionarios e instituciones para velar por los derechos de estas personas, Monseñor Jaime Abril informó que como Iglesia Católica han dispuesto de un equipo de Pastoral Social conformados por varios profesionales en diversas áreas que se desplazaron hasta el municipio de Puerto Rondón para apoyar con labores de asistencia humanitaria a las personas que salieron desplazadas y se encuentran congregadas en el casco urbano de esa localidad.
“Estas personas ya se han podido desplazar desde ayer con el ánimo de ayudar con lo que más podamos y que esta ayuda sirva de algo para mitigar la situación difícil que tienen que afrontar. Tenemos claro nuestro compromiso imparcial por los más pobres de las comunidades. No están solos, no los vamos a dejar solos”, dijo.
Por último, el Obispo invitó a todos los habitantes de Arauca a no desfallecer en la oración por la paz que tanto necesita el territorio.