El Gobierno nacional ordenó este lunes a las Fuerzas Militares mantener activas las operaciones de estabilidad y utilizar toda la fuerza legítima del Estado, incluyendo inteligencia, contrainteligencia y fuerza armada, contra las disidencias armadas, en particular las lideradas por alias ‘Calarcá’.
El anuncio fue hecho por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, al término de un consejo de seguridad realizado en la Casa de Nariño, presidido por el mandatario Gustavo Petro y con la participación del ministro del Interior, Armando Benedetti, junto a la cúpula militar.
Durante la reunión, las autoridades analizaron el panorama de seguridad en el departamento del Guaviare, y en especial los hechos ocurridos recientemente en la inspección de Charras, donde fueron asesinados siete militares y otros cinco resultaron secuestrados. Estos últimos ya fueron liberados y entregados a la comunidad de Guanapalo.
El ministro Sánchez indicó que se conformó una comisión especial para investigar y esclarecer lo ocurrido.
“Es un asunto muy delicado. Hay un comité recolectando toda la información, y con base en ese informe se tomarán las decisiones correspondientes”, señaló.
El jefe de la cartera de Defensa fue enfático al responsabilizar a las disidencias de ‘Calarcá’ por el ataque, y afirmó que el Gobierno no tiene dudas sobre su autoría. En ese sentido, reiteró que las operaciones de inteligencia y contrainteligencia deberán mantenerse activas, incluso si estos grupos declaran cese de hostilidades. “La orden es clara: toda información que indique acciones ilegales deberá ser neutralizada de inmediato”, subrayó.
Según cifras entregadas por el Ministerio de Defensa, más de 200 integrantes de las disidencias han sido capturados o abatidos en lo que va del año en regiones como Catatumbo, Tolima, Huila y Caquetá.
Sánchez también recalcó que la Fuerza Pública tiene la instrucción de responder con toda su capacidad ante cualquier amenaza. “Quienes deben retirarse ante la presencia del Estado son los criminales”, dijo.
Finalmente, condenó el asesinato de militares y policías, calificando estos hechos como actos que violan el Derecho Internacional Humanitario.
“La guerra también tiene límites, y estos criminales los han sobrepasado. Si alguna vez tuvieron algo de humanidad, la han perdido por completo”, concluyó.
