Las autoridades reportan afectaciones en zonas como La Reinera, Puerto Nariño y Saravena, mientras se articulan esfuerzos para mitigar el impacto de las inundaciones.
Arauca continúa enfrentando los efectos de la ola invernal, que ha generado afectaciones en distintos municipios del departamento. Según reportó Daney Bayona, funcionario de la Unidad de Gestión del Riesgo Departamental, se mantiene un trabajo conjunto con entidades municipales, organismos de socorro y otras instancias del gobierno para llevar soluciones a las comunidades impactadas.
Bayona explicó que la situación ha sido especialmente crítica en zonas como La Reinera, Puerto Nariño y Saravena, donde el incremento en los niveles de los ríos ha causado emergencias que han requerido intervención inmediata.
“Es importante mantener la calma, aunque comprendemos que para quienes han tenido el agua en la cintura o han perdido bienes materiales no es fácil”, indicó el funcionario.

La Gobernación ha brindado apoyo mediante la entrega de combustibles para operar bancos de maquinaria y reforzar muros de contención. No obstante, el desbordamiento del río Arauca ha superado en algunos casos las defensas construidas, lo que evidencia, según Bayona, la necesidad de acciones integrales más allá de los trabajos físicos.
Entre los factores que agravan la situación, se destacan la reducción de zonas de amortiguación natural del río y la acumulación de sedimentos que disminuyen la capacidad hidráulica del cauce. Bayona también aclaró que, aunque el dragado puede ser una medida complementaria, no representa una solución definitiva.
“Debemos recuperar las rondas del río para mejorar su capacidad hidrodinámica y detener los procesos erosivos en la alta montaña”, precisó.
Uno de los fenómenos más inusuales fue registrado en el río Canal, donde el curso del agua cambió de dirección debido a la presión del río Arauca, hecho que generó preocupación entre los habitantes, pero que fue monitoreado por las autoridades hasta su estabilización.
En el caso de Aravena, el municipio enfrenta dificultades por el comportamiento de los ríos Granadilla y Madre Vieja. Aunque las obras en la vereda Juana Díaz han funcionado, la zona de Campo Oscuro continúa presentando problemas recurrentes, lo que llevó a las autoridades a solicitar el apoyo de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para implementar una solución estructural.
Se ha iniciado el levantamiento de información para el Registro Único de Damnificados (RUD), con el fin de tener un censo claro de las personas afectadas.
Finalmente, Bayona hizo un llamado a las comunidades ribereñas a evacuar preventivamente en caso de riesgo y mantener comunicación constante con los organismos de socorro:
“No se debe esperar a que el agua esté en la cintura para evacuar. La vida debe ser la prioridad”, concluyó.