El alcalde del municipio de Arauca, Juan Qüenza, cuestionó públicamente al gremio arrocero por el estado de las vías rurales y los daños ambientales en varias zonas del territorio, señalando que no está dispuesto a seguir invirtiendo recursos públicos si no hay compromiso por parte de los sectores productivos implicados.
Durante una intervención, Qüenza aseguró que la alteración de cauces y el paso constante de maquinaria pesada utilizada por el gremio arrocero han provocado graves inundaciones en zonas como Selva del Lipa, La Pastora y Caracol, dejando incomunicadas a varias comunidades.
“Hoy quienes tienen inundado, inundado y jodido a la gente de Selva del Lipa, de La Pastora, son los arroceros. Cambiaron el curso de las aguas, de los caños, de manera irresponsable”, expresó.
El mandatario también mencionó que el esfuerzo conjunto entre campesinos y administración no ha sido suficiente, debido a que el impacto de los vehículos del sector arrocero destruye los avances realizados.
“De nada sirve que los campesinos pongan ACPM, paguen operarios y nosotros pongamos maquinaria, si finalmente los arroceros entran con dobletroques y tractores y destruyen lo que se ha hecho”.
Qüenza propuso que las comunidades consideren instalar puntos de control o “peajes” para exigir a los arroceros una inversión directa en el mantenimiento de las vías, argumentando que el municipio no recibe ingresos significativos por la salida de toneladas de arroz. “¿Cuánta plata le está quedando al municipio de Arauca por cada tonelada de arroz que sale? Nada”, afirmó.
También señaló que la responsabilidad no recae únicamente en los arroceros, sino también en campesinos que arriendan sus tierras sin exigir condiciones para el uso de la infraestructura local. “Si los campesinos no hacen un compromiso con los arroceros, yo no muevo maquinaria en el municipio de Arauca”, advirtió.
Según Qüenza, el transporte de arroz sin restricciones ha generado daños significativos en la flora, fauna y sistemas hídricos del municipio, además de un desgaste constante en la infraestructura vial. Denunció que no hay mecanismos tributarios activos para regular esta actividad y sugirió que se busque una figura legal desde el Concejo Municipal para implementar algún tipo de impuesto o compensación.
“Nos están dañando la flora, la fauna, y la mayoría de esos arroceros ni siquiera son del departamento. Vienen porque aquí no hay peajes, no hay impuestos y es más fácil sacar el arroz”, puntualizó.

