Un grupo de veedores ciudadanos denunció presuntas fallas en la atención en salud por parte de la Nueva EPS en el municipio de Arauca, incluyendo la muerte de una joven indígena que habría esperado más de tres semanas por una remisión médica sin obtener respuesta.
Carlos Anzola, líder comunitario y veedor en salud, relató que varias familias del municipio han recurrido a vías de hecho para exigir atención oportuna. Según Anzola, “se logró con la vía de hechos la presión de los mismos usuarios de los familiares de los usuarios, conseguir esas remisiones”.
La situación más grave, explicó, se presentó en el Hospital San Vicente, donde fue reportado el fallecimiento de Loli Donisa Rodríguez Camargo, una joven indígena de la comunidad Inú, de aproximadamente 18 años, quien “tenía 25 días de estar esperando una remisión”. Además, indicó que tres pacientes más, de 43, 64 y 72 años, permanecen en estado delicado de salud a la espera de ser remitidos.
“Decidimos colocar esta situación en conocimiento de la directora de la Unidad Administrativa de Salud”, informó Anzola, quien también mencionó que el caso fue radicado ante entidades como la Procuraduría, la Fiscalía, la Personería y la Defensoría del Pueblo. La intención, explicó, es evitar que estas situaciones se repitan.
El veedor también cuestionó la gestión de los recursos destinados a la salud, afirmando que, a pesar de que el Gobierno Nacional ha girado los pagos correspondientes a las EPS, estas entidades no estarían cumpliendo con sus obligaciones. “Ya les pagó a las entidades de salud, a las EPS ya les pagó, más bien uno se entera de que las EPS le deben ahora al gobierno”, señaló.
Según Anzola, esta falta de pagos a clínicas y hospitales impide que se preste atención médica adecuada. “No les pagan a los hospitales, no les pagan a las clínicas y las clínicas ya no le prestan servicios porque les deben mucho”, dijo.
En el caso más reciente, siete familias se encadenaron durante 15 días en las instalaciones de la Nueva EPS para exigir el cumplimiento de sus derechos. “Fueron 15 días de tortura, de sacrificio, de humillación de parte de esta entidad hacia sus usuarios”, relató el veedor.

