La Defensoría del Pueblo, junto a varias entidades regionales, lideró la firma del ‘Pacto por la vida, la dignidad y la salud mental en Arauca’, como una estrategia para enfrentar las problemáticas derivadas del conflicto armado, la desigualdad y las violencias estructurales presentes en el departamento.
Según datos del sistema de Registros Individuales de Prestación de Servicios de Salud (RIPS), entre 2020 y septiembre de 2026 se registraron 156.824 atenciones en salud mental en Arauca. Entre los diagnósticos más frecuentes figuran trastornos de ansiedad, del estado de ánimo, reacciones al estrés agudo y trastornos depresivos.
Adicionalmente, el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) reportó 226 intentos de suicidio en 2025, equivalentes a una tasa de 70,7 casos por cada 100.000 habitantes. De estos, 148 correspondieron a mujeres y 78 a hombres, lo que evidencia una situación crítica en materia de salud mental.
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Comunidad U’wa en Saravena tiene su primera promoción de bachilleres ➜En este contexto, la Defensoría convocó en la ciudad de Arauca el Foro Derechos Humanos y Salud Mental, espacio en el que se destacó que la salud mental se construye a partir de la garantía de derechos fundamentales como la no discriminación, el acceso a servicios de salud, la educación, el trabajo digno, la participación, el territorio y la identidad cultural.
Durante el foro, las personas y organizaciones participantes firmaron simbólicamente el Pacto, reconociendo que la salud mental no puede desvincularse de los contextos sociales y territoriales. Así mismo, coincidieron en que el bienestar psicológico no se limita a la ausencia de síntomas, sino que implica condiciones de vida dignas, justicia y libertad.
El documento firmado establece 11 compromisos concretos, entre ellos:
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Cuidar la dignidad de todas las personas.
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Escuchar las historias antes que los síntomas, reconociendo las voces de mujeres, jóvenes, comunidades indígenas y campesinas.
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Garantizar el acceso efectivo a servicios integrales de salud mental.
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Proteger la vida frente a todas las formas de violencia.
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Trabajar desde un enfoque territorial e intercultural.
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Construir rutas reales de acompañamiento psicosocial.
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Colectivizar el cuidado de la salud mental, promoviendo redes de apoyo comunitarias.
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Promover capacidades humanas y factores protectores.
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Fortalecer la coordinación intersectorial.
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Vigilar activamente el cumplimiento del Pacto.
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Honrar la vida como principio ético y político.
El pacto fue suscrito por la Defensoría del Pueblo, a través de su Delegada para el Derecho a la Salud y la Regional Arauca, junto a la Unidad Administrativa de Salud de Arauca, el Sena, la Secretaría de Salud municipal, cuatro veedurías ciudadanas y una plataforma departamental de derechos en salud.
Durante la jornada final del foro, las y los asistentes construyeron de forma simbólica un “árbol de la salud mental”, concebido como representación de los compromisos asumidos para el fortalecimiento del bienestar colectivo. Este gesto simboliza que la salud mental florece cuando se cuida de manera comunitaria.

