Luego de realizar una inspección al Batallón de Puerto Jordán, parcialmente destruido por un atentado del ELN el pasado 17 de septiembre, y de almorzar con los soldados adscritos a ese cantón, el presidente Gustavo Petro se refirió a los actuales diálogos de paz que se adelantan con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Indicó que su gobierno ha tendido la mano a ese grupo para avanzar en la derrota de la violencia en regiones como Arauca, pero que, hasta el momento, el compromiso con las negociaciones ha sido deficiente.
Petro hizo varios reparos al ELN en su mensaje. El primero de ellos tuvo que ver con lo que el mandatario llamó “la violencia y sus consecuencias”. En su discurso, criticó la violencia ejercida por el ELN, señalando que, al disparar cilindros como los que se activaron contra el batallón en Puerto Jordán el mes pasado —donde murieron tres uniformados y resultaron heridos una veintena más—, no piensan en las vidas que están destruyendo, especialmente las de los jóvenes.
“Pero quienes dispararon los cilindros sabían que podían hacer la paz con este gobierno que les ha tendido la mano, no los ha engañado, como dicen ellos. Está dispuesto a transformar Arauca hasta donde podamos”, inició su intervención el presidente. Criticó que, a pesar de esta disposición, el ELN elige continuar con la violencia, lo que resulta en más sufrimiento para la población.
Afirmó que cada joven muerto a manos de la guerra es una derrota para el pueblo colombiano y que la violencia solo genera perdedores. “Aquí hubo un sacerdote con las armas en la mano, de origen español, que murió de viejo en la guerrilla pensando en cambiar el país. De las ideas de ese sacerdote no queda nada en el corazón de quienes dirigen el ELN hoy en Arauca. Porque en el corazón de esos sacerdotes armados quizás estaba el amor eficaz, el amor al pobre. Pobres son los soldados del Ejército de Colombia desde el punto de vista económico. ¿Matarlos para qué? Para decirles a los jefes: ‘Miren, estamos presionando al gobierno y el ELN no hace la paz’. Y cuando no se hace la paz, quien pierde es Colombia”, explicó ante los soldados en el rancho donde habitualmente toman sus alimentos.
Las referencias no quedaron ahí; mencionó que quienes disparan los cilindros se dejan ganar por la codicia, sugiriendo que los líderes del ELN han perdido el camino y la justicia que alguna vez promovió el sacerdote Camilo Torres Restrepo. “Porque personas del ELN decidieron que hay que demorar la paz, que es mejor esperar al otro gobierno como lo han hecho antes, siempre con malos resultados, porque cada vez son más débiles, cada vez dejan de ser la fuerza impulsora de un cambio, de una política, como alguna vez lo soñó el sacerdote Camilo Torres Restrepo, que murió en combate”, explicó.
Petro continuó afirmando que la codicia ha llevado a una degradación de la sociedad y a una pérdida de los ideales que deberían guiar a un movimiento que supuestamente busca la justicia social. “Los que dispararon los cilindros se dejaron ganar el corazón por la codicia”.
Finalmente, Petro mencionó que la desigualdad en Colombia es un factor que alimenta la violencia y que el ELN debería ser parte de la solución, en lugar de perpetuar el ciclo de violencia que afecta a los jóvenes y a las comunidades más vulnerables. “Esa degradación de la sociedad colombiana tiene que detenerse, porque si no vamos a perder nuestro país, la patria. (…) Pero son tan jugosos los negocios que hay gente que se hace matar por ellos o por un sueldo, y cambian la patria por la codicia”, señaló.
En su discurso en las instalaciones militares de Puerto Jordán, el presidente también rindió homenaje a los tres uniformados que murieron en el ataque del ELN y recordó a los heridos. A los presentes les dijo: “Gracias por no dejarse matar”.
Cabe recordar que, por meses, los diálogos entre el ELN y el gobierno de Petro han estado en el limbo debido a profundas diferencias que no han sido resueltas en su totalidad. El Ejército de Liberación Nacional acusa al gobierno de engañarlos y firmar acuerdos con los ‘Comuneros del Sur’, un grupo disidente del ELN en Nariño, mientras que el gobierno reclama al ELN acciones “contundentes de paz”.
La semana pasada, se supo que el gobierno recibió una carta de los negociadores de esa guerrilla en la que solicitaban hacer un alto en el camino y zanjar las diferencias. El gobierno aceptó mediante otra misiva. Actualmente, aunque la crisis no está completamente superada, se empieza a destrabar la posibilidad de volver a sentarse en la misma mesa.
VISITA DEL PRESIDENTE EN IMÁGENES: