El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, condenó los secuestros perpetrados por el ELN y reiteró que “es un crimen, no un acto político”.
El ministro de Defensa Nacional, Pedro Sánchez Suárez, se pronunció este martes frente a las recientes pruebas de supervivencia difundidas por el ELN de cuatro funcionarios secuestrados: dos agentes de la Policía Nacional y dos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación.
El jefe de la cartera de Defensa envió un mensaje directo al grupo armado, señalando que “someter a un ser humano a los peores vejámenes como el secuestro, es un crimen, no un acto político”. También reiteró que el Estado colombiano no reconoce legitimidad alguna a estas acciones.
Las víctimas del secuestro son los funcionarios del CTI Jesús Antonio Pacheco Oviedo y Rodrigo Antonio López Estrada, retenidos desde el 8 de mayo en Fortul, Arauca, así como el subintendente Franki Esley Hoyos Murcia y el patrullero Yordin Fabián Pérez Mendoza, secuestrados el 20 de julio en la vía entre Tame y Arauca.
A las familias de los cautivos, el ministro les aseguró que no están solas: “Todo el Estado está con ustedes”, dijo, y añadió que se mantiene la esperanza de que los funcionarios regresen a casa con vida.
Sánchez también cuestionó, según él, el propósito político que el ELN intenta atribuir al secuestro: “No entiendo qué hay de revolucionario en llevar sufrimiento a los hijos e hijas de nuestros policías y funcionarios del CTI. No entiendo qué de revolucionario tiene evitar que se le lleve paz, salud, educación y trabajo digno a la gente de Arauca”.
Además, instó al grupo armado a cesar esta práctica: “Si el ELN tiene algo de sentido humano, lo mejor que puede hacer es liberarlos. Es más, tienen la oportunidad de desmovilizarse, háganlo, su familia también los espera”.
En su declaración, el ministro reiteró que las Fuerzas Militares y la Policía Nacional seguirán cumpliendo con su misión constitucional de proteger a la ciudadanía y advirtió en el comunicado que el Estado no cederá ante chantajes ni intimidaciones. “No permitiremos que traten a las personas como objetos de trueque”, concluyó.
