La comunidad del barrio Costa Hermosa, en Arauca, continúa sin campanas en su capilla tras el hurto ocurrido el pasado domingo 21 de septiembre en horas de la madrugada. Según el padre Jhon Freddy Tirado, es la primera vez en más de dos décadas que se registra un hecho similar en el Centro Parroquial Nuestra Señora de la Paz.
El hecho fue descubierto por el equipo parroquial minutos antes de la misa dominical, cuando al buscar las cuerdas para tocar las campanas notaron su ausencia.
“Ya siendo casi las 8 de la mañana (…) llegamos y (…) buscándola para tocar campanas, cuando no encontramos las cuerdas y pues lógicamente al revisar pues no estaban las campanas”, relató el sacerdote.
Las campanas estaban ubicadas en la parte superior del templo y, aunque no eran fácilmente accesibles, fueron removidas junto con sus amarres. “Se llevaron todo”, confirmó el padre Tirado. La comunidad no reportó haber visto o escuchado movimientos extraños durante la noche del hurto.
“Es la primera vez que ocurre un hecho así en más de 20 años que llevamos como capilla”, indicó el sacerdote, quien destacó que la comunidad ha sido siempre activa y colaboradora, pese a las limitaciones económicas. “Es una comunidad que no tiene recursos abundantes, pero logró organizar una capilla muy bien puesta”, añadió.
A pesar del patrullaje ocasional de la Policía, vecinos y feligreses aseguran que durante las noches el sector permanece sin vigilancia, lo que genera vulnerabilidad ante actos delictivos. Según Tirado, incluso los no católicos suelen estar pendientes del templo. “Aquí al lado siempre tenemos a un vecino que está muy atento, quien entra, quien pasa”, aseguró.
Por ahora, la comunidad continuará sin el tradicional sonido de campanas en sus misas dominicales. “Para nosotros las campanas es el razonar de la voz de Dios (…) pero en este momento no vamos a escucharlas”, lamentó el sacerdote. La iglesia ha iniciado una campaña de difusión para obtener información sobre el paradero de las campanas, haciendo un llamado a quienes puedan tener conocimiento del hecho.
El Centro Parroquial Nuestra Señora de la Paz mantiene sus actividades religiosas cada domingo a las 8:30 a.m., con la esperanza de recuperar pronto el símbolo sonoro que por años ha convocado a la comunidad.
