El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) publicó su más reciente boletín sobre el mercado laboral, y aunque el panorama nacional muestra una mejoría en la tasa de desocupación, Arauca continúa siendo la ciudad con el índice más alto de desempleo del país, con una tasa de 29,8% entre marzo de 2024 y febrero de 2025.
Este valor representa una leve disminución de 0,8 puntos porcentuales frente al corte anterior (30,6%), lo cual refleja un avance mínimo en materia de ocupación en la capital departamental, que sin embargo no modifica su posición crítica frente al resto del país.
A nivel nacional, el informe señala que la tasa de desocupación en marzo de 2025 fue del 9,6%, mostrando una reducción de 1,7 puntos porcentuales frente al mismo mes de 2024 (11,3%). Este descenso es estadísticamente significativo y evidencia una reactivación laboral en la mayoría de regiones, impulsada principalmente por sectores como agricultura, pesca e industrias manufactureras, según el comunicado del DANE.
En contraste, Arauca casi triplica la media nacional, lo que acentúa una vez más la brecha estructural y territorial en materia de oportunidades laborales.
¿Qué puede estar frenando el empleo en Arauca?
Aunque el informe no detalla los factores específicos por ciudad, las cifras permiten inferir varios desafíos persistentes en Arauca:
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Alta informalidad laboral, vinculada a la escasa industrialización.
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Inestabilidad en la inversión privada, por razones de seguridad y localización fronteriza.
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Falta de políticas de empleo local sostenidas, pese a los esfuerzos institucionales.
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Baja diversificación económica: la dependencia de sectores públicos y comercio informal limita la creación de empleo estable.
Además, el contraste con ciudades como Medellín (7,9%), Villavicencio (9,0%) o Neiva (9,5%) es cada vez más notable, incluso frente a territorios históricamente afectados por dificultades sociales o económicas.
Un llamado a revisar el enfoque en políticas de empleo
La persistencia de Arauca como la ciudad con mayor desocupación debe impulsar una revisión del enfoque de las estrategias de desarrollo económico local, no solo en generación de empleo, sino en educación técnica, inversión en innovación rural, infraestructura productiva y fomento a iniciativas emprendedoras que permitan absorber mano de obra joven y adulta.
El informe también destaca que la población joven sigue siendo uno de los grupos más afectados en todo el país, por lo que la apuesta por formación con pertinencia laboral es clave.
