El alcalde Juan Qüenza, acompañado por autoridades municipales y policiales, se reunió con propietarios de establecimientos nocturnos en la zona rosa para abordar el problema del ruido excesivo que afecta a los residentes del área.
Esta acción responde a un fallo judicial emitido en 2017, el cual impone una serie de requisitos para el funcionamiento de estos locales. La magistrada Gladys Teresa Herrera, del Tribunal Contencioso Administrativo, ha solicitado un informe sobre el cumplimiento de dicho fallo, lo que provocó la convocatoria urgente de este encuentro entre autoridades y comerciantes.
El secretario de Gobierno Municipal, César Valderrama, subrayó la relevancia de la reunión y mencionó que se propusieron varias medidas para mitigar el ruido y asegurar una convivencia armónica entre los negocios y los vecinos. Valderrama recalcó que la continuidad de la zona rosa depende del compromiso de los comerciantes para cumplir con las normativas.
“El alcalde ha sido enfático: si no se cumple efectivamente con las normas, podría ordenarse el cierre definitivo de la zona rosa”, advirtió Valderrama.
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En la reunión se establecieron los próximos pasos a seguir, incluyendo una audiencia programada para el 12 de septiembre, donde las autoridades competentes evaluarán el cumplimiento de los compromisos asumidos por los comerciantes.
La Secretaría de Gobierno, en colaboración con la Policía, llevará a cabo un seguimiento constante para garantizar que se respeten las normativas vigentes.
Por su parte, los comerciantes se comprometieron a trabajar de la mano con las autoridades para encontrar soluciones que aseguren la tranquilidad de los residentes en este área clave de la capital araucana.