En medio de los recientes debates de control político en la Asamblea Departamental de Arauca, uno de los temas más controversiales ha sido el funcionamiento y operatividad del avión ambulancia adquirido por el departamento. Este martes, el capitán Alberto Álvarez, actual operador de la aeronave, intervino ante los diputados y explicó en detalle la situación del equipo aéreo destinado a evacuaciones médicas.
Álvarez, quien asumió la responsabilidad operativa desde abril de 2024, afirmó que su propósito siempre ha sido mantener el avión en condiciones óptimas y disponible para atender emergencias médicas gestionadas a través del Hospital San Vicente y las EPS e IPS correspondientes. Sin embargo, reveló que el mayor obstáculo ha sido la falta de presupuesto del hospital para operar la aeronave, lo cual obligó a suspender vuelos tras un periodo inicial de intensa actividad.
“El año pasado, en mes y medio, volamos casi 200 horas al servicio exclusivo del departamento. Luego, el Hospital San Vicente se quedó sin presupuesto y nos informaron que operar sin contrato podía constituir peculado”, explicó el capitán.
Álvarez también confirmó que el avión ha realizado algunos vuelos particulares, pero aclaró que estos fueron necesarios para sostener los costos de mantenimiento, ya que ni el hospital, ni la Unidad de Salud, ni el departamento han asumido esas responsabilidades. “Los operadores hemos pagado de nuestro bolsillo”, afirmó.
El mantenimiento del avión, por ser de uso comercial, debe realizarse por fases cada 200 horas de vuelo. Actualmente, se encuentra en fase cuatro, una etapa crítica que se retrasó por la demora en la llegada de repuestos importados y la alta demanda en los talleres de mantenimiento aeronáutico. Según detalló, solo dos cables de alta turbina costaron 24 millones de pesos, a lo que se suman otros elementos técnicos como el switch de control de presión de aceite.
Álvarez también hizo referencia a una deuda heredada de administraciones pasadas: “Pagamos una primera deuda de 259 millones y queda pendiente otra cercana a los 140 millones de pesos. Además, hay vuelos hechos a entidades como Confachocó que aún no han sido cancelados.”
Durante este tiempo en tierra, el equipo técnico aprovechó para mejorar las condiciones internas y externas del avión, restaurando la tapicería, repintando el fuselaje y dejando la aeronave lista para operar nuevamente.
Con esta intervención, el operador busca dejar claro que la aeronave no ha estado abandonada, sino detenida por falta de recursos oficiales, lo cual ha sido comunicado formalmente al hospital y demás entidades responsables.
