En los últimos días, ha circulado en redes sociales una serie de fotografías que muestran los bajos niveles del río Amazonas, un hecho que ha generado alarma mundial debido a los efectos prolongados del fenómeno de El Niño.
Esto debería llamar la atención de los gobiernos para la implementación de nuevas políticas de protección y adaptación al cambio climático. ¿Podría esta situación replicarse en el río Arauca? Este medio consultó al Doctor Nelson Fernández, investigador titular de la Universidad de Pamplona y director del Laboratorio de Sistemas Complejos, así como del Laboratorio de Investigaciones en Hidroinformática y el Grupo de Investigación en Ecología y Biogeografía.
El Doctor Fernández aclaró que lo que ocurre en el Amazonas es consecuencia de la oscilación de El Niño, un fenómeno climático que se origina en el océano y afecta a América del Sur de distintas formas. Señaló que las sequías se han intensificado debido a la prolongación del fenómeno.
“Si bien tenemos condiciones que favorecen la sequía en el Amazonas por este fenómeno, la deforestación ahora se ha sumado al mismo; es decir, se está juntando un fenómeno global con prácticas locales”, indicó.
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Respecto al río Arauca, Fernández destacó que, aunque El Niño podría impactarlo de manera menos drástica, existen factores locales y culturales que podrían extender el periodo de sequía.
“No podemos simplemente reaccionar con lo que pase con El Niño, sino que también se debe observar lo que se está haciendo en políticas locales de prevención y de estudios científicos para que el impacto sea menor”, dijo.
Acciones para prevenir un impacto mayor
Fernández sugirió que los gobiernos regionales y locales pueden tomar medidas para evitar que El Niño cause una sequía prolongada en el río Arauca. Recomendó realizar estudios sobre el ciclo de lluvias en la zona para gestionar la extracción de agua para usos domésticos y agropecuarios. Además, propuso programas de conservación de cuencas, reforestación, y la implementación de sistemas de alerta temprana para anticipar los eventos climáticos.
“Como estamos atravesando un cambio climático ya hay que adaptarnos a él y esto requiere coordinación entre entes educativos, la comunidad, el Estado y la sociedad; la solución no puede venir de una sola persona”, expresó.